“Ley garrote”
Alberto Vieyra G. viernes 17, Feb 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El garrote y la basura legislativa de la época del carrancismo acaban de ser recogidos por una pepenadora diputada de la dizque llamada “Cuarta Transformación” llamada Bannelly Jocabeth Hernández Ruedas para querer imponer a los periodistas mexicanos severas multas de hasta 4 mil pesos a quienes injurien al señor presidente AMLO, a funcionarios de su desgobierno, a diputados y a senadores.
La lambiscona iniciativa de ley que data de la era de Venustiano Carranza se ventila en la Cámara de Diputados bajo el título “Ley sobre delitos de imprenta” que ha merecido mofas de propios y extraños y para no ir muy , el mismísimo señor Presidente, su alteza serenísima advirtió esta semana que, si la llamada “ley garrote” contra los periodistas de México se aprueba en la Cámara de Diputado, él la vetará inmediatamente. Sin ambages advirtió: “Me sorprendió que autorizan en la Cámara de Diputados que el que insulta al Presidente le van a aumentar el castigo, va a tener que pagar dos, tres veces más. Yo no sé quién hizo eso, no lo necesito, lo voy a vetar. No, libertad de expresión”.
Con tal iniciativa de ley, la ciudadana diputada sin quehacer, lo único que manifiesta es una mentalidad dictatorial y una agresión más contra la prensa y los periodistas libres. Si Ricardo Monreal es su mentor o lo que sea por qué no le recuerda a la ciudadana legisladora aquella máxima del ilustre cronista de la Ciudad de México, Salvador Novo cuando se refería a una clase política sin quehacer diciendo que “la ociosidad es el vicio de todas las madres”. Bueno, la máxima del refranero es al revés, pero Novo así se las recetaba.
Y es que la gran mayoría de la clase política que integran la mal llamada “Cuarta Transformación” adolecen de inteligencia y sabiduría.
El mejor ejemplo de tan infinita ignorancia lo encontramos en la diputada zacatecana Bannelly Jocabeth Hernández quien arrastra, por cierto, un obscuro historial, pues en el 2015 fue detenida en Chiapa, junto contras dos personas en posesión de 1 millón de pesos que supuestamente tendrían como destino la campaña electoral de Ricardo Monreal, quien buscaba convertirse en delegado por la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
Esa mujer abordaría un vuelo privado con destino a Toluca y para destrabar el asunto el propio Monreal llamaría por teléfono al entonces gobernador chiapaneco Manuel Velasco suplicándole: “No me dejes solo, hermano”.
A lo que Velasco le contestaría: “No, hermano, estoy presionado. Te voy a decir qué me puso mi procurador, porque está ahí con el delegado de la PGR, está ahí pegado. Le estoy encargando el tema”.
Por lo visto, la diputada zacatecana tiene fama de hacer trabajos sucios y la pregunta que me asalta es ¿quién le encargó sacar de la basura la ley garrote o ley de imprenta que data de la era de Venustiano Carranza, a quien no pocos periodistas solían llamar don Venustiasno Carranza?
La lambiscona diputada zacatecana debería saber que los periodistas críticos cumplimos una misión especial que sirve para desactivar las ollas de presión social y recordar que la democracia que es enemiga de la libertad de expresión, no es democracia sino dictadura.
Yo creo que ahora, los periodistas de México tendremos que emular al ilustre cómico de la política mexicana don Jesús Martínez Palillo, quien siempre traía en su bolsillo una docena de amparos para no ser detenido por tantas injurias que propinaba todas las noches a los politicastros sin quehacer y ladrones a los que solía llamar “méndigos pulpos chupeteadores”.